KEEPSAKE
Traducción de Albert Samain
Su veste era de gasas y de tules
salpicada de rosas
y camelias en flor, y eran azules
sus pupilas extrañas,
glaciales cual las aguas misteriosas
cuyo nivel sereno
sueña a la luz, al pie de las montañas.
Las voces sollozantes del Tirreno
arrullaban su vida
en pétalos süaves esparcida….
Ella desfallecía en el encanto
diurno —los pies en cruz—, y los cristales
polífonos y tenues de su canto
evocaban el llanto
del proscripto que vaga en extranjera región.
En
caprichosas espirales
se enroscaba a su brazo una pulsera,
una ajorca de hierro,
en que un nombre sonoro se leía,
un brazalete sólido que hacía
pensar en las argollas del destierro
sin esperanza...
Entre perfumes suaves
la joven expiraba, y sus pupilas
inmóviles y graves
fijabánse en las ondas intranquilas
del azogado piélago, en las naves
que cortaban el tierno
azul del mar; sin transición alguna
en la tarde dorada y oportuna
partía del otoño…. hacia el invierno
con dulzura infinita
con austera bondad…. Y era cual una
música pasional que se marchita.
Eduardo Castillo