TRISTITIA RERUM
El dolor es el alma de las cosas,
y más si son efímeras y bellas;
quizá por eso nos parecen ellas
tanto más tristes cuanto más hermosas.
Habitadas por almas misteriosas
nos ocultan sus íntimas querellas,
aunque sólo el dolor de las estrellas
se puede comparar al de las rosas.
Tan sólo tú penetras y conoces,
¡oh Poeta! ¡oh Vidente! sus serenos
pensares y oyes sus calladas voces.
Y vas a ellas con piedad, de modo
que si no lo ama todo, por lo menos
tu corazón lo compadece todo.
Eduardo Castillo