LEONOR
La palabra de Edgardo dio tu nombre a la Muerte;
yo escuché entre las sombras la palabra cantora;
se agitaron mis ojos en un ansia de verte
y a mi noche cansada se acercó más la Aurora.
Tu blancura me llena de una emoción tan fuerte,
y una luz tan serena te prestigia y te dora,
que en mi silencio un fuego de evocación se advierte:
Esa es la novia muerta de un poeta: ¡Leonora!…
Pasaste; de mis labios cayeron a tu lado
los versos que en el alma del poeta enlutado
clavaron las viudeces de su dolor acerbo;
de tu rubia belleza brotó la paz de un trino,
y la sombra convulsa de un presagio divino
pasó bajo mis ojos, como un ala de cuervo.
1918
Andrés Eloy Blanco