CORTE DE CEBADA
En un cuerno vacío de toro
sopló el Juan el mensaje de la cebada lista.
En sus casas de barro
las siete familias
echaron un zumo de sol
en las morenas vasijas.
La loma estaba sentada en el campo
con su poncho a cuadros.
El Colorado, el verde, el amarillo
empezaron a subir por el camino.
Entre un motín de colores
se abatían sonando las cebadas de luz
diezmadas por las hoces.
La Tomasa pesaba la madurez del cielo
en la balanza de sus brazos tornasoles.
Le moldeaba sin prisa la cintura
el giro lento del campo.
Hombres y mujeres de las siete familias,
sentados en lo tierno del oro meridiano,
bebieron un zumo de sol
en las vasijas de barro.
Jorge Carrera Andrade