EL COLOR DEL EGEO
I
¿Adónde van estas aguas
que no saber de dónde salieron
es el comienzo?
¿Acaso el crustáceo
o el kritamo
las bautizó entre las rocas?
Es el viento el que les silva,
dice el velero.
Es la isla al fondo la que alumbra,
afirma el profeta.
Solo el cielo desmide las estrellas,
observa el astrónomo.
Es su color que dice de los templos,
atestan los antiguos.
Estas aguas no se quedaron
para siempre.
Estas aguas regresaron
con el tiempo.
Sin embargo,
saben los filósofos,
basta un parpadeo
y desaparecen.
Armando Romero