VI. LA BELLA DEL BOSQUE DURMIENTE
Tu amada muerta es como una princesa que duerme.
Su alma, en un total olvido de sí misma, flota en la noche.
Mas si tú persistes en quererla,
Un día esta persistencia de tu amor la recordará.
Su espíritu tornará a la conciencia de su ser, y
sentirás en lo íntimo de tu cerebro el suave latido de su
despertar y el influjo inconfundible de su vieja ternura que vuelve...
Comprenderás entonces, merced a estos signos misteriosos, que una vez más el amor ha vencido a la muerte.
Amado Nervo
Este poema se omite en Poesías completas. Amado Nervo. Colección la Divina Locura. Editorial Teorema. Barcelona. 1982.
Y en Obras completas, Madrid, Aguilar, 1972 (Los Grandes Clásicos).