ENXIENPLO DEL LEÓN E DEL MUR
Estrofas 1425-1436
«Dormía el león pardo en la frida montaña,
en espesura tiene su cueva soterraña.
ally juegan de mures una presta conpaña:
al león despertaron con su burla tamaña.
»El león tomó uno e queríalo matar;
el mur con el grand' miedo començól' a falagar:
"Señor", diz', "non me mates, que non te podré fartar;
en tú darme la muerte non te puedes onrrar.
¿Qué onrra es al león, al fuerte, al poderoso,
matar a un pequeno, al pobre, al coytoso?
es desonrra e mengua e non vençer fermoso:
el que al mur le vençe es loor vergonçoso.
Por ende vençer es onrr' a tod' ome nasçido;
es maldad e pecado vençer al desfallydo:
el vençedor ha onrra del preçio del vencido,
su loor es atanto, quanto es el debatido".—
»El león destos dichos tóvose por pagado,
soltó al moresillo; el mur, cuando fue soltado,
diole muy muchas graçias e que l' sería mandado,
en quanto él podiese, que l' sirviríe de grado.
»Ffuese el mur al forado, el león fue a caçar;
andando en el monte, ovo de entropeçar:
cayó en grandes rredes, non podía retaçar,
enbuelto pies e manos non se podía alçar.
»Començó a querellarse, oyólo el murisillo,
fue a él, díxol': "Señor, yo trayo buen cochillo:
con aquestos mis dientes rodré poco a poquillo,
do están vuestras manos faré un grand portillo.
Los vuestros blaços fuertes por ally sacaredes,
abriendo e tirando las rredes rrasgaredes:
por mis chiquillos dientes vos oy escaparedes,
perdonastes mi vida e vos por mí byviredes".—
»Tú, rrico poderoso, non quieras desechar
al pobre, al menguado no l' quieras de ti echar:
puede faser serviçio quien no tyene que pechar,
el que non puede más, puede aprovechar.
»Puede pequeña cossa e de poca valya
faser mucho provecho e dar grand' mejoría:
el que poder non tyene, oro nin fidalguía,
tenga manera e seso, arte e sabidoría.
»Ffue con esto la dueña ya quanto más pagada;
"Vieja", dixo, "non temas, está byen segurada:
Non conviene a dueña ser atan denodada;
Mas rresçélome mucho de ser malengañada.
Estas buenas palabras, estos dulçes falagos
Non querría que fuesen a mí fiel e amargos,
Como fueron al cuervo los dichos e encargos
De la falsa gulfara con sus malos trasfagos"».
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320