AL JAZMÍN
¡Oh! en pura nieve y púrpura bañado
Jazmin, gloria y honor del seco Estío.
Rioja.
Blanca flor que en la mañana,
Empapada del rocío,
Das consuelo al pecho mío
Con tu aroma sin igual:
Vida tienes en la rama,
Cual mis dichas, un momento;
Que marchitas, al aliento
Ceden luego del pesar.
Culto rinden a tu imperio
Las mosquetas y las rosas;
Que te ponen las hermosas
Para ornato allá en su sien.
En el llanto te formaste
De una virgen sin ventura
Que del alma la amargura
Dio a tu cáliz al nacer.
Cuando cesa en alta noche
De los hombres el murmullo
Abre luego tu capullo
Matizado de arrebol.
Y al brillar la luz serena
De la aurora apetecida
En ti encuentra nueva vida
El inquieto picaflor.
Dio a tus hojas la natura
El color de la esperanza,
Que tu aroma solo alcanza
Doblegar a la esquivez.
Yo te vi en el puro seno
De quien causa mis dolores—
La más bella entre las flores
Desde entonces le llamé.
De la cruz que mi sepulcro
Marque al pío viandante
No te apartes un instante
Aromático jazmín.
Al mirarte así enlazado,
Pensativa y lacrimosa,
Dirá acaso alguna hermosa:
«Fue poeta e infeliz».
Abril de 1840.
Adolfo Berro