UNO Y QUINIENTOS
Pensando las quinientas unidades
Que el número quinientos componían,
Que si quinientas eran
Al uno y nada más se lo debían;
En sociedad se unieron, y los miembros
Sin vacilar ni protestar alguno,
Levantaron un templo y en sus aras
Pusieron como Dios al número uno.
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Mientras que unidos todos le adoraban
A nadie aquello le causó extrañeza;
Pero cierta ocasión en que uno de ello
Llegó solo del templo a los umbrales,
A pesar de la fe y el fanatismo,
Se halló con que él y Dios eran lo mismo,
Puesto que el uno y él eran iguales.
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Después de recorrer estos renglones
Que tantas reflexiones nos ofrecen,
Deduzco entre otras muchas conclusiones,
Que en materia de Dios y religiones
Los quinientos y el mundo se parecen.
Manuel Acuña