TABARÉ
LIBRO PRIMERO
CANTO SEGUNDO
III
Un niño, llora. Sus vagidos se oyen
Del bosque en el secreto,
Unidos a las voces de los pájaros
Que cantan en las ramas de los ceibos.
Le llaman Tabaré. Nació una noche
Bajo el oscuro techo
En que el indio guardaba a la cautiva
A quien el niño exprime el dulce seno.
Le llaman Tabaré. Nació en el bosque
De Caracé el guerrero;
Ha brotado en las grietas del sepulcro
Un lirio amarillento.
Sonrisa del dolor, hijo del alma,
¡Alma de mis recuerdos!
Lo llamaba gimiendo la cautiva
Al estrecharlo en el materno pecho.
Y al entonar los cánticos cristianos
Para arrullar su sueño:
Los cantos de Belén que al fin escucha
La soledad callada del desierto.
Los escuchan las dulces alboradas,
Los balbucen los ecos
Y, en las tardes que salen de los bosques,
Anda con ellos sollozando el viento.
Son los cantos cristianos, impregnados
De inocencia y misterio,
Que acaso aquella tierra escuchó un día,
Como se siente el beso de un ensueño.
Juan Zorrilla de San Martín