LA VI POR VEZ PRIMERA
La vi por vez primera
al fin de esa enramada;
la vi cruzar ligera
y echarme una mirada.
Ardió mi pecho en fuego,
corrí tras ella ciego
y a mi delirio amante
benigna respondió.
De entonces, cuando tiende
la noche el negro velo,
aquí Leonor desciende,
haciendo el bosque cielo.
Descubre el bello rostro,
yo estático me postro
y bebo en sus miradas
llama de inmenso amor.
Y bebo en sus miradas
llama de inmenso amor.
De entonces, cuando tiende
la noche el negro velo,
aquí Leonor desciende,
haciendo el bosque cielo.
Descubre el bello rostro,
yo estático me postro
y bebo en sus miradas
llama de inmenso amor.
Y bebo en sus miradas
llama de inmenso amor.
¡Llama de inmenso amor!
Ventura de la Vega