MANO DEL POETA VIEJO (LOPE DE VEGA)
Febrilmente aún escribes.
Dices, con esa mano desnudada,
del bien o el mal, con un trazo finísimo.
Dubitativo a veces, firme o suave.
Con un temblor de luz: tinta oscurísima.
El hueso casi asoma.
Se ve tu piel, más fina
que nunca, denunciarlo.
Tiembla sutil, se adapta.
El late, casi aéreo.
Poroso, está vecino
del aire, y casi tócalo.
Solo un beso o materia
separa hueso y aire,
y allí están prometidos, casi viéndose.
Oh el amor unitario
de la materia, o luces.
Y aquí el hueso se agrega
y aúna; coge y toma
y empuña, y traza: escribe.
La luz, la luz derrama.
Vicente Aleixandre