OFRECIMIENTO
(Habla la diminuta muñeca que en la noche de Reyes traía una barra de carmín y unos pañuelos para Amanda y Carmen).
A Carmen Conde e «Isabel de Ambla».
No sé si soy bella,
pero soy chiquita.
Llegó del oriente
casi en una brisa
y toco en los vidrios
de esta casa. ¡Abridla!
Abridla, que llego
casi desnudilla,
con mi cuerpo leve,
con mi cara fina.
Traigo un crespo lazo
grande, que no abriga,
un vestido o ala
y una carne niña.
¿Quién me quiere? Abridme.
La noche está fría.
Yo os querré. Soy dulce,
soy modosa, tímida.
Soy inmóvil. Callo
solo en mi sonrisa.
Cuán ricos presentes
de oriente os traía:
soplos de otras lunas,
de otras albas brisas,
de otros sueños auras,
besos de otras risas.
Pero hoy llego a veros
casi desnudilla.
Llegué por milagro.
Triste está la niña.
Tomadme, queredme.
Solo en luz soy rica.
Para Amanda traigo,
no sé si tardía,
el carmín de oriente
hecho barra viva.
¿Llego tarde? Acaso,
¡Ay, no lo querría!
Tal vez dejo a Carmen,
por eso, este día,
unos pañuelicos
de esa holanda tímida
que solo han tocado
las lágrimas mías.
1946.
Vicente Aleixandre