TEMPESTAD ARRIBA
Remota sensación de tempestades;
sedosa exploración la ternura
rompe telillas de arañas mientras el rayo
busca cabellos lúcidos por los que descargar de sí mismo.
Pero aquí abajo la seda es reposo,
suavidad, entretiempo, palabra entre dos labios;
puede el rayo ser acaso esqueleto,
pero la carne mórbida es una lancha amable.
Abajo, aquí, ¿adónde?, bogando entre dos ruidos,
sin reparar en el granillo de arena,
en ese dolor de la vista que mira a poniente
escocido y presintiendo el mar que aspira.
La luz fría;
he dicho un reloj o majestad pausada,
he dicho un ramo de violetas o de trenzas,
he dicho lo que vengo diciendo, he dicho un filo
sobre el que dormir con riesgo.
Mantas con alas se van: desnudo frío;
se van y tiran de las flores;
arriba ya nubes sin aroma desfilan ya cristal,
flores de piso huidas, pies desnudos.
Vicente Aleixandre