SONETO
RECUERDOS TRISTES
¡Fresca arboleda del jardín sombrío,
clara fuente, sonoras avecillas,
verde prado, que esmaltas las orillas
del celebrado y anchuroso río!
¡Grata aurora, que viertes {{{ya}}} el rocío
por entre nubes rojas y amarillas,
bello horizonte de lejanas villas,
aura blanda, que templas el estío!
¡Oh soledad!, quien puede te posea;
que yo gozara en tu apacible seno
el placer que otros ánimos recrea,
si tu silencio y tu retiro ameno
más viva no ofrecieran a mi idea
la imagen de la ingrata por quien peno.
Tomás de Iriarte