ESTE FÁCIL SONETO COTIDIANO
Este fácil soneto cotidiano
que mis insomnios nutre y desvanece,
sin objeto ni dádiva, se ofrece
al nocturno sopor del sueño vano.
¡Inanimado lápiz, que en mi mano
mis odios graba o mis ensueños mece!
En tus concisas líneas, aparece
la vida fácil, el camino llano.
Extinguiré la luz. Y amanecida,
el diamante de ayer será leerte
una hoguera en cenizas consumida.
Y he de concluir, soneto, y contenerte
como contiene el jugo de la vida
la perfección serena de la muerte.
Salvador Novo