SONETO
ALABA CON ESPECIAL ACIERTO EL DE UN MÚSICO PRIMOROSO
Dulce deidad del viento armonïosa,
suspensión del sentido deseada,
donde gustosamente aprisionada
se mira la atención más bulliciosa:
perdona a mi zampoña licenciosa,
si, al escuchar tu lira delicada,
canta con ruda voz desentonada
prodigios de la tuya milagrosa.
Pause su lira el Tracio: que, aunque calma
puso a las negras sombras del olvido,
cederte debe más gloriosa palma;
pues más que a ciencia el arte has reducido,
haciendo suspensión de toda un alma
el que sólo era objeto de un sentido.
Sor Juana Inés de la Cruz