LIENZO Y MÁRMOL
(A Enrique Castro y Oyanguren)
I
BUSTO DE DAMA.
Tu cabeza imperial ciñe una aureola
de blanca luz. Con gentileza suma,
tu busto surge como flor de espuma,
de los encajes en la blanda ola.
Alguien pintó tu faz, tal vez tú sola;
pero ese tinte que en tu faz se esfuma
te hace, ante el Arte que a tus pies se abruma,
émula de la Elvira de Argensola.
Encerrado tu busto en marco de oro,
tu prodigiosa faz fuera un tesoro
de nácar y marfil, ébano y rosa...
¡En lienzo tal, la fantasía inquieta
podría ver mi firma de poeta
sobre tu hombro, como una mariposa!
1899.
José Santos Chocano