CANTO AL MAGDALENA
I
EN EL CARIBE
A Rafael Espinosa Guzmán
A manera de un reprobo que en vano
descanso busca en el candente lecho,
críspase y ruge temporal deshecho,
como una pesadilla del Oceano,
Eterna imagen del rencor humano,
el orgulloso mar se siente estrecho;
y levanta su faz como un derecho
que logró sacudirse de un tirano...
Se alza la ola con disfraz de monte:
como visión de fiebre, el horizonte
arroja chispas de sangriento brillo.
Si cada rayo, entre el fragor sonoro,
es un clavo finísimo de oro,
¡cada trueno es un golpe de martillo!
José Santos Chocano