LOS PUNAS
Silencio y soledad... Nada se mueve...
Apenas, a lo lejos, en hilera,
Las vicuñas con rápida carrera
Pasan, a modo de una sombra leve.
¿Quién a medir esa extensión se atreve?
Sólo la desplegada cordillera,
Que se encorva después, a la manera
De un colosal paréntesis de nieve.
Vano será que busque la mirada
Alegría de vividos colores,
En la tristeza de la puna helada:
Sin mariposas, pájaros, ni flores,
Es una inmensidad deshabitada,
Como si fuese un alma sin amores...
José Santos Chocano