LOS CONQUISTADORES
Ese Pizarro: el de la frente erguida.
Ese Cortés: el del cabello undoso.
Pasa Alvarado en su corcel nervioso;
Valdivia lleva el suyo de la brida.
¿Y ése? ¿Y aquél? En púrpura encendida
envueltos van, bregando sin reposo,
a manera del grupo luminoso
de los Conquistadores de la vida.
Cuajado en oro, el puño del cuchillo;
la coraza cubierta de fulgores;
pleno de Sol, el reluciente casco:
pasando van, con el temblor de un brillo,
cual si fuesen bordados en colores
sobre grandes tapices de Damasco...
José Santos Chocano