AYACUCHO
¡Ay! me hieren la vista los aceros;
¿Quién osa desafiarlos frente a frente,
Si esa es la flor de Iberia que valiente
Negó tributo a los franceses fieros?
Mas... mirad unos jóvenes guerreros
De cuyo pecho se apodera ardiente
El ansia de ver libre, independiente,
Su Patria, de sicarios extranjeros.
¡Ah! ya los veis lanzarse impetuosos...
Embestir a los viejos veteranos
¡Tintos en sangre alzarse victoriosos!
«¡Triunfo y perdón!» escuchan los tiranos,
Y gritan a los héroes generosos:
«¡Libres sois para siempre, americanos!»
Bogotá, diciembre 9, 1846.
Rafael Pombo