LA PRESUNCIÓN
No bien poblado el mundo
El Padre de los dioses
Quiso dotar munífico
A sus habitadores.
Virtudes y talentos
Con tal fin hizo entonces,
Y a los mortales dijo:
¡Venid por vuestras dotes!
Cada cual por la suya
Agólpanse veloces,
Y a los primervenidos
Reparten las mejores.
Da al uno el juicio; al otro
El genio corresponde;
La ciencia a este; la gracia
Al próximo en el orden.
Pero viniendo muchos
Al paso de prioste,
Cual recargadas naves
Traídas a remolque,
Llegaron al banquete
Alzados ya los postres,
Cuando ni resto había
De tantas perfecciones.
Y para no agraviarlos
Mandó el astuto Jove
Que a todos esos panfilos
La presunción les toque.
Y fue brillante arbitrio,
Todos se van conformes;
Y cada ruin, perfecto
Se juzga desde entonces.
Rafael Pombo