EL HALCÓN Y LA GALLINA
—«Eres la más ingrata criatura»,
Apostrofó el Halcón a la Gallina.
—«Pero ingrata con quién?» —«¡Calla, mezquina!
Con quien te da corral, grano y holgura.
Y después, si esa mano generosa
Te quiere acariciar lo olvidas todo,
Y alharaquienta y con grosero modo
Como de un enemigo huyes medrosa.
Yo que nada les debo mientras vivo,
Yo que salvaje de carácter soy,
Coger me dejo y do me mandan voy
A la menor caricia que recibo».
—«Eso es verdad, dijo ella; y a mi juicio
Ambos tenemos sólidas razones:
Tú nunca viste al hombre asando halcones,
Mientras que asar gallinas es su oficio».
Rafael Pombo