LA ELECCIÓN DEL BUQUE
¿Quién para ir al través del Oceano,
Pudiendo prevenirse cauto y lento.
Ruin barco elegirá, que el mar y el viento
Presto han de hundir en su rebote insano?
¡Ay del que en este piélago mundano,
Con la pasión por vela y bastimento,
En el bajel Placeres de un momento
Cándido embarca el corazón lozano!
Amad lo que no muere y nunca hastía,
Dad a el alma el timón, e idle acopiando
Provisión de placeres inmortales.
Y al agotarse los demás un día,
Veréis, bajo las nieves invernales,
Joven y amante el corazón bogando.
Rafael Pombo