LA INVASIÓN DE LAS CALVAS
Dios a la mujer primera
Reina del mundo creó,
Y por corona le dio
Su espléndida cabellera;
Mas la moderna hechicera,
Republicana amazona.
Odia aún su misma corona
Y extírpasela impaciente
Con taparaya en la frente
Y atrás castaña o anona.
¿No has visto, cuando alredor
De ancha rama en el verano
Tiende afanoso el gusano
Blonda de etéreo primor,
Qué pronto el lustre y frescor
De cada hoja desparece,
Y encríspase, amarillece
Y seca y muerta la ves?
Pues ¡ay! planta el pelo es,
Y sin aire y sol, perece.
Rafael Pombo