LA FLECHA
«¡Aves! ¡nubes! ¡mis émulas!
¡Huéspedes de los aires!
¡Heme aquí, ya subí, ya el cielo es mío!»
Dijo liviana flecha al encumbrarse.
—Sí, repuso el cernícalo
Con retintín picante,
Mas tú, ¡oh emperatriz! subes por otro;
Y por tí misma de redondo caes.
Rafael Pombo