EL POTRO SIN FRENO
«¡Hoy no! ¡no aguanto freno ni jinete!
Sin carga y libre correré mejor».
Dijo al amo un caballo mozalbete
Que a otro a correr soberbio desafió.
—«¡Aguarda» —grita el dueño, él no le escucha,
Y dada la señal —«¡uno! ¡dos!
¡tres!»—
Parten a un tiempo en su ardorosa lucha,
Con su jinete el otro, éste sin él.
¿Qué sucedió? —«Bien pronto se desboca,
Y ciego, incontenible, se estrelló
Y cayó muerto, en pena de su loca
Sorda desobediencia y presunción».
Y así corre a perderse el necio niño
Que no sabe escuchar y obedecer,
Ni estima la experiencia y el cariño
Con que lo enfrenan por su propio bien.
Rafael Pombo