SUEÑO
Soñé que en este patrimonio inmenso
Yo mi porción tenía,
Y lo enseñaba a los demás diciendo:
«Esta es la patria mía».
La limosna de tierra, orgullo y gloria
Que Dios a todos hace,
El gran sagrario, el corazón del mundo
Para todo el que nace.
¡Oh patria, oh sueño! era un altar bendito,
Y allí una santa bella:
¡La santa era mi madre, y la llamaba
Madre como a ella!
Rafael Pombo