IDILIO TRÁGICO
Sobre témpano enorme de hielo
constrüido con rayos de luna,
va feliz la pareja de osos
muy bella, muy joven, muy blanca, muy rubia.
*
Terciopelo felpudo y en rizos
es su piel de nevadas gardenias,
y su boca, joyero en que lucen:
los dientes, marfiles, corales, la lengua.
¡Cuán felices! Y viajan y viajan
en la góndola blanca. La hembra
en el tálamo yace. Y el oso
lascivo la mira, la muerde, la besa.
*
De la aurora boreal tras el iris,
para ellos, al yermo del norte,
indistinto y audaz sagitario
dispara saetas de todos colores.
Y los brutos convierten al cielo
las miradas, que van al pone:
en su pecho salvaje la dicha,
renuevo en el árbol y savia en el brote.
*
¿Cuán felices! Y viajan y viajan
en la góndola blanca. De pronto
un témpano, un choque, rumor de catástrofe,
que invade, que invade, los yermos del polo.
*
Después, ¡oh, blasones!
la sangre a rubíes en campo de hielo...
y auroras boreales... y más corazones
que vuelven las pías miradas al cielo.
Rufino Blanco Fombona