Cuando piense en gente hecha mierda diariamente
debo pensar también en la velocidad que se acumula
en las puertas de las villas,
en los barcos piratas que los niños construyen
con las hojas de sus cuadernos
de gramática.
Cuando piense en cárcel y escriba cárcel hasta la saciedad,
no olvidarme de anotar en una esquina
manos sobre genitales,
reconocimiento,
confidencias.
Roberto Bolaño