PENDEJO WHISTLER
Tal vez ésta sea la hora
de sentarnos
sobre el teclado.
Miles de post-scriptums:
—No sólo sentarnos, sino...
—Un viento de fealdad que da sed. Cervezas a la una de la mañana en un Frankfurt de la Avenida Pelayo.
—Olas de la provincia de Maule, el «feísmo» en su soberanía. Y repetir: aquel chileno prodigioso que tantas veces
habló donde no debía, babeando su desesperada ignorancia del amor.
—Supongo que al decir esto pienso en México.
Roberto Bolaño