A las 4 de la mañana viejas fotografías de Lisa
entre las páginas de una novela de ciencia ficción.
Mi sistema nervioso se repliega como un ángel.
Todo perdido en el reino de las palabras a las 4
de la mañana: la voz del pelirrojo arquea la piedad.
Viejas fotografías casas de aquella ciudad
donde lentamente hicimos el amor.
Casi un grabado en madera, escenas
que se sucedieron inmóviles fronda entre dunas.
Dormido sobre la mesa digo que era poeta,
un demasiado tarde, un querido despierta,
nadie ha quemado las velas de la amistad
Roberto Bolaño