Lo que hay detrás cuando hay algo detrás: «llama al
jefe y dile que ha empezado a nevar». No hay mucho más que añadir al otoño de Gerona.
Una muchacha que se ducha, su piel enrojecida por el agua caliente;
sobre su pelo, como turbante, una toalla vieja, descolorida. De
repente, mientras se pinta los labios delante del espejo, me mira
(estoy detrás) y dice que no hace falta que la acompañe a la estación.
Repito ahora la misma escena, aunque no hay nadie frente al espejo.
Roberto Bolaño