EN LAS MONTAÑAS
Todo lo enerva la pesada siesta
En el maizal el céfiro reposa
Y busca la cerúlea mariposa
El húmedo frescor de la floresta.
Al acabar la campesina fiesta
Que en regocijo popular rebosa,
Toda la gente, en procesión piadosa,
Sube y traspone la empinada cuesta.
Cesa el petardo de atronar el viento,
Acalla el campanario su alegría
En el fondo del valle soñoliento,
Y repitiendo va la serranía
El son del tamboril, pausado y lento,
Y el llorar de la triste chirimía.
Rafael Delgado