SONETO
Tan hecho tengo el gusto a lo que siento,
que, como el alma merecer desea,
a la pena, que en mí más furia emplea,
la agradece la furia el sufrimiento.
Cuando la fuerza de un mortal tormento
por vencer mi constancia más pelea,
lo templa otro mayor que me recrea
si con nuevo dolor, con nuevo aliento.
Todos tienen rigor, pero son tales
que a aquel mitiga el que se sigue luego
tan fuerte y eficaz como importuno,
mas aunque son sin número mis males,
suspendiéndose el uno al otro, llego
a no sentir en mí tormento alguno.
Salvador Jacinto Polo de Medina