PUENTES
Puentes: arcos de acero azul adonde vienen
a dar su despedida los que pasan
—por arriba los trenes,
por abajo las aguas—,
enfermos de seguir un largo viaje
que principia, que sigue y nunca acaba.
Cielos —arriba—, cielos,
y pájaros que pasan
sin detenerse, caminando como
los trenes y las aguas.
Qué maldición cayó sobre vosotros?
Qué esperáis en la noche densa y larga
con los brazos abiertos como un niño
que muere a la llegada de su hermana?
Qué voz de maldición pasiva y negra
sobre vosotros extendió sus alas,
para hacer que siguieran
el viaje que no acaba
los paisajes, la vida, el sol, la tierra,
los trenes y las aguas,
mientras la angustia inmóvil del acero
se hunde más en la tierra y más la clava?
Pablo Neruda, 1923