LOS INVENCIBLES
Van viviendo una idea,
el puro tránsito
de fraguar el camino.
Polen de sus entrañas, hacia adentro
su propia luz respiran.
Y no llevan el alma boca abajo.
Sus pisadas engendran los latidos
de la sien que los guía
y no doblegarán los paredones
el sueño del que nacen.
Ninguna mar les detendrá la marcha.
Ni siquiera la muerte.
Son los romeros de la libertad.
Pedro García Cabrera