XV
No queráis encontrarme. Será inútil
abrir los campos, registrar las leguas,
volver los horizontes de costado.
Ni tú siquiera, frente de arroyuelo,
que hasta logras plasmar a la carrera
la desnudez impersonal del viento,
podrías conseguir imaginarme
en la fórmula mágica del agua.
No investiguéis el curso de las venas,
la noche de las cajas de caudales,
la blanca mariposa de la nieve,
ni el caracol estéril del suspiro.
No me busquéis ahora: será inútil.
Pasaríais sin verme ni escucharme.
Estoy dentro de mí, pero tan lejos
que hasta ya de mi nombre me he olvidado.
13 de julio de 1942
Pedro García Cabrera