SERENA ES COMO ERES
Sí, tú eres la palabra de ti misma
que a cuestas con tus frías soledades
te dormiste de pie sobre la forma
de un pregón vertical de surtidores.
Esa palabra de cemento y hierro,
pero de piedra, pero ensimismada,
que, ya en ti sumergida, se levanta
con los ojos cerrados de una ola
que se repliega, musical, el fruto.
Y estás ahí con tu presencia viva,
viva por tan presente y por tan sola,
viva de estar viviendo tu reposo,
tu difícil vivir inimitable.
Si el pájaro te envidia, se destruye
la cuchilla del ala y se diseca.
Y árbol y leño son la misma cosa,
como nube, verano, sombra o niño:
distancia la más corta entre lo yerto
y el temblor que se afirma en el latido.
Y así te estás oyendo en tu tamaño,
cautiva, sin huirte a tu destino,
con el sueño enyesado de una estatua
al borde de un decir de golondrina.
Pedro García Cabrera