SIN NOSTALGIA NI AYER
Tú no tienes infancia. La mirada
hacia las cumbres rotas del pasado
regresa actual a ti, firme en tu ahora,
intacta de los sietes que sollozan
las púas del zarzal de la nostalgia.
Ni caballos de caña ni muñecas.
Ni nebulosas ni árboles frutales.
Tú siempre estás en ti, en tu presente
de infinitivo puro, sin la ojera
de la noche anterior, sin la mejilla
donde amanece el beso desbordado.
Sola, ahí, en tu equilibrio, marginada
de las inmigraciones espectrales.
Aliento tuyo, de ti hasta ti, en punta,
sin dimensión, sin rosa de los vientos,
atravesadá en medio de tu vida.
Pedro García Cabrera