DESHOJAR UNA ESTRELLA
Una noche en que mi sueño voló hacia el reino de la nada
la inmensidad azul me pareció un jardín florecido
de sombras y de luces colgadas de hilos plateados
y jacintos.
Yo podía escuchar, desde el suelo,
los temblores de sus guiños,
sus caracolas flotantes, ensartadas
del alguna estrella en los hilos,
perfumados,
coronados de pistilos
que lanzaban a rosa de los vientos
de su laúd los suspiros,
y deshojaba los pétalos
de los luceros dormidos.
Quiero deshojar la estrella,
rosa y narciso,
de tu corazón y ensueños,
troquelados de cariño,
para que sienta brillar en el pecho la flor de la siempreviva
y el murmullo de tus lirios.
Zacarías Palacios