UNA VIDA NUEVA
Anoche soné contigo y no es mentira,
Y en mi sueño, soñé que también:
Tú soñabas conmigo, y no era mentira,
Al despertar juntos tenemos la prueba:
De una vida nueva.
Durante nuestro sueño, que gozos,
Que dulces caricias, que inmensas pasiones,
Que besos secretos, que profundas,
Y tiernas sensaciones, hemos tenido juntos.
Como recuerdas, todo empezó jugando,
Cuando me dijiste: cholito, anoche habrás dormido solito,
—dudando— Pero desde ahora dormirás conmigo.
Mi soncollay no puede dejarte volar solito urpichallay
Tenias frío y temblabas de soledad,
Pero me entregaste tu inmenso calor,
Con ese amor profundo que nada puedo negarte,
Dijiste ardiente amada,
Bota tu poncho viejo, bota tus antiguas tristezas,
Así como estás te quiero y mucho más.
Mi calasiqui, mi chascañahui.
Al despertar de tan hermoso sueño,
Te acordarás para siempre,
Que tienes en tu vientre una vida nueva.
Mañana cuando me vaya —gitano errante soy—
De esto te acordarás
—navegante de mares, cielos y tierras lejanas—
De todo te olvidarás,
De mi cariño te olvidarás,
Hasta de mi te olvidarás,
Pero de lo que hicimos juntos,
Jamás, jamás.
Porque mi hijo:
Sí no estoy a tu lado —como puede suceder—
Te podrá repetir siempre:
¡Feliz día mamacita mía!
¡Feliz día misquiwarmi munay!
Te lo ha dicho, hoy día: mi palomita, mi corazón.
Miraflores 07 de mayo del 2004, Lima Perú
Luis Esteban Slée-Egúsquiza