MUJERCITA DELICADA
Me cautivaron: tus ojitos,
La dulzura de tu voz,
Tu sonrisa, tu mirada y tus suspiros.
¿Ahora quien será tu dueño?
Sí ya me has dicho:
Que no me quieres.
Te he dado mis dulces versos,
Ahora que me retiro, guárdalos.
Me quedan de ti, sólo agridulces recuerdos.
Errante caminaré solitario,
Por otros caminos lejanos,
Buscare otra compañera a quien querer.
Mi razón comprende no merecerte.
Mi corazón se queda atragantado,
Y mis ojos llorando quedan vencidos.
¿Ahora, quien será mi dueña?
La joven hermosura de mi tierra,
¿O la otra de ultramar que me espera?
Lima, 05 de febrero del 2001
Luis Esteban Slée-Egúsquiza