¡Y SI MUERO MAÑANA!
Y si muero mañana estaré preparado
con mis cosas más importantes,
tendré en mi mano la cruz
de mis cielos que tejerá la luz
de mis primeras y últimas palabras;
que sonará el reloj de mi campanario
donde la hora de mi primavera,
volverá victoriosamente coronada
de azul encanto, infinitamente acompañarme;
guardará la fábrica de sueños en su momento,
tendrá en mi casa el refugio seguro,
y abrirá mis ojos por última vez
para contemplar el rostro de mis amores;
la llevaré a mi boca para besarla
con encendido entusiasmo
y rezar con alegre sentimiento
mi despedida y encuentro.
Ricardo Serna G.