SOY
Soy la fotografía del adiós, y del recuerdo, y los minutos cerraron los pasos para siempre
y la voz de la palabra que dejó quieta la esperanza,
la edad, el reclamo y el amor.
Mientras tú sigues tu marcha, bajé a mi manantial de mi conciencia,
lavé suavemente la realidad de mis errores,
los pecados, secretos enredados en los miedos,
los olvidos causantes de las soledades
y esa sensación de abandono que no deja de atormentarme.
Y tú, vas por otros caminos que no terminan en nada y que no abren sus ojos,
que no tienen escapatoria, con martirio lejos iluminando aceros en el corazón,
siguiendo el vagabundo, hallando por azar la historia,
la víctima, el actor principal torturando su cama desierta.
Y yo, estoy tranquilo, amaneciendo, anocheciendo,
en mi paraíso, con luces, sin luces,
sin sangre, tocando el aire suave de la eternidad,
con una fantasía en suspenso en el tiempo
sin miedo de perderlo.
Eres, cosas vivas con apariencia de rosas marchitas
arrastradas por la corriente de vinos amargos,
cuando suenan las hojas muertas disfrazadas de claro de luna,
bebidos por los restos de tierra en el aliento de la despedida.
Soy, todo oídos en la hora de las horas,
sin sueños malos, huérfano y viudo a la vez,
ojos en llanto sin canto de lluvia,
con un poco de polvo hacia el infinito azul
Ricardo Serna G.