MUJER IRANÍ
Un beso furtivo
en el gran bazar de Teherán
enciende a la mujer
cubierta por ropajes negros.
Su fuego interior
no se aplaca en la mezquita
ni con las miradas del Ayatolah
que vigila los pensamientos de la ciudad.
Es la esperanza callada
y la pasión femenina
el verdadero poder y razón
del sentir futuro del pueblo iraní.
Ricardo Nanjari Román