SIN PIEDAD
Estaré ausente
como un ascensor en blanco y negro,
como los cerros que desaparecen de tu vista
y las imperdibles visitas del día sábado.
Estaré ausente
como esos techos antiguos y descascarados,
como los rieles amenazantes y desgastados
de un café sin olor a café.
Estaré ausente
hasta que te duela mi ausencia,
hasta que te aplaste sin piedad el sonido
del sube y baja de los ascensores ausentes.
Ricardo Nanjari Román