EL REGRESO
Ha regresado el hijo y la punzante
Barba del padre ara su rostro a besos.
Hoy el pequeño grano soterrado
Entre sus brazos es copiosa espiga.
Todo sudor y hiel sobre su cuerpo
Calándole la piel a su retoño.
Y todo el polvo de su polvo encima.
Y todo el yugo de su yugo a mano.
Hijo, te quiero: eres la semilla
Que necesita el corazón, mi campo.
Rafael Dedi