DORMIR CON MELANCOLÍA
Buenas noches mi amada,
mi castigo, mi condena.
Buenas noches gris dama,
mi prisión, mi pena.
De nuevo tú y yo, los dos
en este frío lecho.
Demasiado tiempo juntos,
compartiendo un techo.
¿Recuerdas nuestros comienzos?
Entonces todo era distinto.
Amábamos al vida y el mundo,
lo pintamos en otro lienzo.
Ahora los colores se apagan,
como lámparas de noche.
Recuerdo el dormirnos juntos,
y el reloj besar las doce.
Nunca fue un cuento de hadas,
pues siemrpe fuimos tú y yo.
Nunca ansiamos las campanas,
el tiempo colocó el yugo.
Después llegó la costumbre.
Despacio y en silencio, la rutina.
Se fueron las inquietudes,
volaron las grises golondrinas.
Ya no puedo estar con nadie,
me acostumbré a ti cada día.
Ya no me queda más vida,
que dormir con melancolía.
Pedro Sánchez Vázquez